Excursión otoñal al valle de Aspe, una corta incursión en el Pirineo francés que siempre nos da otra perspectiva de la cordillera
Hoja de umbelífera al inicio de la senda que lleva al Chemin de la Mâture
Carteles informando a los caminantes de la posibilidad de encontrarse con fuegos pastorales o de la existencia de un "carnuz" (cadáver) de vaca en el sendero
En el Pirineo francés todavía es posible encontrar grupos de burros, usados para pasear turistas en verano
El Fort du Portalet, construido entre 1842 y 1870 para guardar el paso fronterizo con España
Gorges de l'Enfer y el Chemin de la Mâture tallado en el cortado rocoso de la izquierda
Por este camino se bajaban con bueyes troncos de abeto para construir los mástiles ("mâture" significa literalmente "arboladura") de los buques de la marina de guerra francesa. Se acabó de construir en 1772 y la extracción duró solo hasta 1778, cuando se agotó el recurso. También se talaron hayas y bojes en abundancia, de los que se fabricaban otras piezas de los barcos. Para saber más: https://fr.wikipedia.org/wiki/Chemin_de_la_M%C3%A2ture
El camino está tallado a 200 metros de altura sobre el fondo del Gave d'Aspe y las Gorges de l'Enfer
En los paredones calcáreos abundan las vías de escalada
Roble albar (Quercus robur)
Mis compañeros de excursión camino adelante
Algunas plantas vuelven a florecer en este otoño cálido. En la imagen, Geranium sanguineum
"Conejetes" (Antirrhinum majus)
Abunda la bufalaga de roca (Thymelaea dioica). Se encuentran otras plantas termófilas en este paredón orientado al sur, como Aphyllanthes monspeliensis o Rhamnus alaternus
Comunidad de los rellanos rocosos en calizas con Globularia nudicaulis, Thymelaea dioica, Bupleurum angulosum y Saxifraga longifolia
Les Gorges de l'Enfer
Marca indicadora de la altitud en el Chemin de la Mâture
Frutos de Polygonatum odoratum (Liliaceae)
Vincetoxicum hirundinaria
Muérdago (Viscum album subsp. album) sobre un caducifolio colgado del roquedo, Sorbus aria
Helechales luciendo colores otoñales sobre el Fort du Portalet
Llegamos al hayedo
Túnel de avellanos
Profusión de Crocus nudiflorus en un claro del bosque
Hongos del hayedo
Era un poco pronto todavía para encontrar el otoño en su máximo esplendor, pero algunas hayas ya estaban en su punto
La orquídea Cephalanthera longifolia en fruto
Más hongos del hayedo
La sierra de Sesques, entre los valles de Aspe y Ossau
Nosotros nos dirigimos al Col d'Arras, echando antes un vistazo al Pont des Trungas
Acer campestre
Torrente de Sescoué, que se encaja más adelante en les Gorges de l'Enfer
Hongos del género Tremella sobre un árbol caído
El liquen Lobaria pulmonaria
Hayas de troncos "revirados" en las laderas con fuerte pendiente que llevan al col d'Arras
Col d'Arras (1.280 m). Claro con escobones (Sarothamnus scoparius) que proliferan las los incendios pastorales
De nuevo, el roble albar (Quercus robur)
Pitón calizo sobre le Gave d'Aspe
Restos de hayedo en el col d'Arras
Vaca en el col d'Arras
Rosa arvensis es la única que aguanta la sombra del bosque
Roseta de Ajuga occidentalis
"Estrella de tierra" del género Geastrum
Tramo del sendero de vuelta hacia Etsaut
Otro tramo con piedras colocadas a mano para reforzar este sendero tan bien cuidado
Último vistazo del día a las hermosas laderas cubiertas de bosques, helechales y caseríos, del alto valle de Aspe. Definitivamente (y comparto la opinión de Ánchel Belmonte en su Facebook), el Pirineo francés tiene otro aire, otro sabor, como de tiempo detenido -si no vas a parar a una estación de esquí o a uno de esos pueblos transformados en centros de vacaciones, claro.
¡ Es maravilloso ! Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa, saludos.
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