Inolvidable caminata mano a mano con Pedro Montserrat, decano de los botánicos españoles. Subimos a la montaña que domina la ciudad de Jaca desde el Parador de Oroel (1.186 m). El día resultó fresco, nuboso, y por ello más llevadero. Recorrimos la umbría hasta acceder a la cresta en la parte oriental, seguimos hasta los pozos de hielo y bajamos por el camino normal.
Fue una larga e intensa jornada
Aethionema marginatum en la cresta, a 1.700 m
Actaea spicata abunda en el hayedo-abetal de la umbría, en compañía de Scilla lilio-hyacinthus, que sin embargo resulta muy escasa
Anthyllis montana salpica todo el reborde de la cresta de Oroel
Vista desde la cresta oriental de Oroel, hacia Binué y Ara. Se puede apreciar Anthyllis montana en la parte inferior derecha de la imagen
Arabis scabra
Araña cangrejo con una presa, sobre panícula de Koeleria vallesiana
Arenaria oscensis en el conglomerado de la cresta de Oroel
Gran extensión cubierta por Asphodelus albus en la solana de Oroel, favorecido por los repetidos incendios
Aster alpinus
Bacías al este de la Punta Sora, a unos 1.650 m. A este punto llega la senda que va por toda la umbría. Bojes moldeados por las yeguas al rascarse y abetos aislados que pasan hacia la solana
Brimeura amethystina entre las almohadillas espinosas de erizón (Echinospartum horridum)
Escarabajo sobre un foliolo de Rosa glauca en la punta oriental de Oroel
Centaurea lingulata se encuentra entre los matorrales de erizón de la cresta
Coeloglossum viride, que ahora se llama Dactylorhiza viridis. Resulta novedad para la flora de Oroel. Unos cuantos pies se encuentran en los pastos de la zona oriental, a unos 1.650 m de altitud
Cotoneaster tomentosus en el borde del pinar seco de la zona superior
Plantas nemorales de la umbría: Ranunculus tuberosus, Dactylorhiza maculata, Aquilegia vulgaris y Hepatica nobilis (sin flor)
La Val Ancha, entre Sabiñánigo y Jaca, vista desde Oroel
Denso matorral de erizón hasta donde llegó el fuego de los incendios que asolan periódicamente la solana de Oroel, el último importante hace unos 20 años. El pastoreo de yeguas que rebaja el matorral es un eficaz contraincendios
Zona oriental de Oroel desde la Punta Sora, a unos 1.700 m de altitud
Explotación natural por el viento del abetal de la umbría. Anthriscus sylvestris medra en las roturas del bosque
Abetos tronchados por los vendavales en la umbría
Galium odoratum es planta nemoral de hayedo-abetal
Pedro Montserrat comenta que en este año seco las babosas ("limacos") no se ceban con las hojas de la genciana que le fue dedicada, Gentiana lutea subsp. montserratii, a la derecha de la senda. En años húmedos las dejan reducidas a los nervios y poco más
Gentianella campestris a 1.650 m de altitud, en compañía de Carex caryophyllea
Rotura del bosque por caída de piedras. Glera en la umbría con Anthriscus sylvestris, Ribes alpinum y Lonicera xylosteum en el margen del abetal
Haya y abeto recién germinados. Demasiado juntos para llegar los dos a viejos
Hayedo-abetal en la umbría de la Peña Oroel. Pedro Montserrat recuerda que en 1947, con motivo de la excursión organizada en el marco del Curso de Botánica del Pirineo por Losa, Rivas Goday y él mismo, el haya predominaba sobre el abeto, relación que ahora parece haberse invertido
Comiendo tortilla de patata en los prados de Bacías. El topónimo hace referencia a las ovejas que no habían tenido crías, a las que juntaban en este lugar. Hay muchos nombres iguales o parecidos en el Pirineo aragonés
Lamium galeobdolon subsp. montanum en una de las gleras de la umbría
El liquen Lobaria pulmonaria
Luzula sylvatica, muy abundante en los bosques de la umbría de Oroel
Mercurialis perennis, sobre suelo eútrofo del hayedo-abetal
Minuartia rubra en suelo esquelético de la cresta de conglomerado
Moehringia trinervia, delicada planta nemoral
Bombus sp. libando néctar de las flores de Vicia sepium
Uno de los tres "peralitos" de Oroel, Moneses uniflora (Pyrolaceae). Los otros dos, Orthilia secunda y Pyrola minor aún tenían las flores sin abrir
Orchis pallens, planta muy rara en el Pirineo aragonés
Pedro Montserrat junto a un ejemplar de Rosa pendulina en flor en el hayedo-abetal con caída natural de árboles durante episodios de vientos fuertes
Progresando hacia Punta Sora por la senda que recorre toda la cresta a través del matorral de erizón
Poco a poco, la senda nos llevará hasta las "neveras" de Oroel
Paisaje dominado por Pinus sylvestris, erizón, enebro, rosales y boj, con profusión de Asphodelus
Desde la cresta, el bosque de la umbría de la Peña Oroel y, más abajo, los campos de la Val Ancha
Habíamos pensado en la posibilidad (algo remota) de reencontrar una planta citada por Asso en 1783, Polygala chamaebuxus ("Oroel versus Ara"). Una especie afín (P. vayredae) es endémica de la Garrocha gerundense. Será para otra excursión, pues en esta sólo vimos Polygala vulgaris, en la imagen
Polystichum aculeatum, forma de frondes estrechos y cortos, con pinnulas algo pelosas por el envés
Una de las dos neveras de Oroel, que suministraban hielo durante el verano
Pedro Montserrat junto a unos buenos ejemplares de Ribes alpinum
Ejemplar de Rosa jacetana, descrita en 2005 por Pedro Monserrat. Crece en medio de un gran Juniperus communis subsp. hemisphaerica donde se refugia Viola hirta
Rosa pimpinellifolia en la cresta
Senecio lagascanus abunda entre la almohadillas espinosas de erizón
Macizo de bojes modelado por las rascaduras de las yeguas. Punta oriental de Oroel (1.680 m)
Silene dioica junto a las neveras del collado de Oroel
Esta planta se encuentra en algunos taludes junto a la carretera que conduce al Parador. Se trata de Tanacetum cinerariifolium, conocido como "pelitre de Dalmacia". Se cultivó antaño para extraer un producto insecticida y persiste como cimarrona desde entonces
La umbelífera Trinia glauca en las crestas de Oroel
Tulipa sylvestris asomando entre los erizones
Valeriana montana, muy abundante en la umbría
El penúltimo esfuerzo de Pedro Montserrat, a punto de cumplir 94 años, antes de llegar de vuelta al Mirador de Oroel, después de muchas horas andando, observando y anotando plantas. ¡Enhorabuena, muy pocos lo pueden hacer a su edad!
Admirable el abuelo. El Profesor Montserrat un ejemplo de vitalidad para todos nosotros, a los 80 de nuevo subió al Moncayo, a los 87 a Oroel y casi con 94 de nuevo al Oroel.
ResponderEliminarEste hombre es un crac. Una excursión muy chula JV. Lo comparto en mi facebook. Lo cuelgo también el el blog de Pedro montserrat. Jolube.
ResponderEliminarNo puedo hacer otra cosa que inclinarme, quitarme el sombrero y decir un gran ¡"Chapeau"!. La entrada es magnífica con unas fotos excelentes y sobretodo me ha causado admiración este venerable botánico tan joven de espíritu. He leido su artículo en catalán sobre los avellanos y he disfrutado y aprendido muchas cosas nuevas que desconocía. Gracias.
ResponderEliminarMagnífico reportaje, me ha encantado.
ResponderEliminarTuve la suerte de conocer al gran maestro en el Pirenáico de Jaca y entablar con él una amena conversación, es increible lo que puedes llegar a aprender conversando con una persona tan erudita, no solo de botánica sino de muchos otros aspectos que domina: geología, pastos, etc.
Mis felicitaciones de nuevo
Todo mi afecto y mi aprecio a Pedro Montserrat del que aprendí mucho en mi juventud y con el que me carteé en alguna ocasión (aún conservo una carta suya), en ella me daba su opinión sobre lo que debe de ser la dinámica de la regeneración de la naturaleza, consejos que hoy a mis 57 años me han servido de mucho. Gracias Pedro Montserrat.
ResponderEliminarEstupendo reportaje y descripción de la zona (que por cierto me encanta), lo que no me imaginaba era ver a D. Pedro por allí arriba. Hermoso blog el tuyo y mejor aún acompañado de una persona tan singular.
ResponderEliminarGracias por tu post.
Que documento más bonito, en un día como hoy...un cordial saludo!
ResponderEliminarMi admiración a los botánicos como vosotros. Y hermoso recuerdo de la figura de Pedro Monserrat, que como los viejos árboles, ha muerto de pie por esas queridas montañas...
ResponderEliminar