Excursión por el alto valle de Benasque en un día mayormente nublado y con algunos ratos de lluvia por la tarde, en la compañía siempre estimulante de Víctor Ezquerra.
Partimos de 1.800 metros, y aquí ya estábamos a unos 2.200 m. Al fondo, la Forca y la Tusse de Remuñe
Ovejas benasquesas en la Plleta des Capellans. Vimos algunos corderos recién nacidos
Turberas y pastos higrófilos a orillas de pequeñas masas de agua a unos 2.300 m, antes de emprender la subida al Portal de Remuñe, que queda a la izquierda de la Forca, en el centro de la imagen. Paisaje descarnado de alta montaña pirenaica con huellas por todas partes de la acción de los hielos en las épocas glaciares
Víctor a mitad de la ascensión al portal de Remuñe
Víctor con el ibón de Maupas (2.712 m) a sus pies. Ya estábamos en la Arista de Remuñe
Los ibones Blancos de Lliterola y, sobre ellos de izquierda a derecha, el Pico Royo, Punta Lliterola y Crabioules, tresmiles fronterizos
Mucizonia sedoides, crasulácea anual endémica ibérica y pirenaica descubierta por Augustin P. de Candolle en el Puerto de Benasque a principios del siglo XIX, y que publicó con el nombre de Cotyledon sedoides DC. Fotografiada a unos 3.000 m de altitudIbón y pico de Maupas (3.109 m)
Ya en la cima de la Tusse de Remuñe llaman poderosamente la atención los paredones del Crabioules (3.116 m), que separan Lliterola del alto valle de Lys
Ibón de Lliterola (2.730 m) y pico de Perdiguero (3.221 m)
Cresta al Maupas, con las puntas secundarias de los picos Rabadá y Navarro
Androsace ciliata, una de las plantas más constantes en las crestas pirenaicas, de donde es endémica. Su porte almohadillado le ayuda a soportar las exigentes condiciones climáticas de la alta montañaCerastium alpinum en la fructificación
Otra de las plantas de porte almohadillado de las crestas más expuestas del Pirineo central es la también endémica Saxifraga pubescens subsp. iratiana
Saxifraga bryoides con algunas flores todavía
Las crestas son también la morada de muchos líquenes de distribución ártica y boreal. En la imagen, los "gusanitos" de Thamnolia vermicularis en un tapiz musgoso de PolytrichumVíctor en la cima del pico Rabadá (3.045 m). Detrás, el coloso Maupas
Cojín seguramente muy viejo de Minuartia sedoides creciendo solitario a 3.000 en la cresta al Crabioules
Comunidad de especies quionófilas (amantes del frío): Minuartia sedoides, Silene acaulis, Potentilla frigida (hojas rojizas) y Luzula spicata. En la vertiente N de la cresta del Crabioules
Un liquen muy llamativo e inconfundible, Solorina crocea, hallado a unos 3.020 m, en la cresta divisoria. Existen algunas referencias en el Pirineo francés, pero en Aragón solo se cita del Moncayo (Etayo 2010, en: Líquenes y hongos liquenícolas de Aragón: 398). Aquí está en Francia por escasos metros conviviendo con Saxifraga bryoides (hojas de la parte inferior derecha) y un musgo del género Polytrichum
Bajo el peñasco inclinado de la izquierda enfrente de mi bota crecía Solorina crocea
Heleros en la cara norte del Maupas, con hielo negruzco y comportamiento quizá todavía de glaciar
Víctor exultante al inicio de la cresta del Crabioules, que no ascendimos
Foto tomada por Víctor en la cresta fronteriza del pico Rabadá que conduce al afilado Maupás
Circo del alto valle de Lliterola que alberga una pequeña cuenca lacustre muy interesante con varios ibones de color azul lechoso debido a los sedimentos finos que llevan en suspensión sus aguas
La misma zona, con las cimas del Perdiguero, Pico Royo, Punta Lliterola y Crabioules. Destaca la morrena alargada que limita la alta cuenca lacustre
Cojín de Minuartia sedoides acogiendo otro de Saxifraga pubescens subsp. iratiana
Vista del valle de Remuñe y el macizo de las Maladetas al fondo. Había cierta amenaza de lluvia, que más tarde haría su aparición
Ibón de Lliterola y Pico Perdiguero, hitos destacados en uno de esos paisajes de los que cuesta despedirse
Con Víctor Ezquerra en la cima de la Tusse de Remuñe, más felices que perdices
El Crabioules y uno de los ibones Blancos de Lliterola, rodeados de morrenas y pedregales. Parece un paisaje carente de vida, sin embargo multitud de plantas salpican los pedregales
Las aguas mágicas del Ibón Blanco al pie del collado inferior de Lliterola (2.983 m). Recuerdan a las de ciertos lagos del Himalaya o la Patagonia y son las únicas de ese color que conozco en los Pirineos. La desaparición del glaciar que ocupaba este circo es bastante reciente, en mi viejo mapa de la Ed. Alpina de 1977 se ve la leyenda "Glaciar de Lliterola" sobre una amplia superficie que va desde el Perdiguero a la Arista de Remuñe
Espiga de Oreochloa disticha subsp. blanka, gramínea silicícola pionera
Nos llevamos una buena sorpresa al encontrar esta oruga en medio del pedregal que conduce a la Puerta de Remuñe. Resultó ser de la mariposa Pontia callidice, que sobrevuela estos ambientes desolados a la búsqueda de crucíferas de alta montaña donde realizar su puesta
Morrenas y canchales bajo la Tusse de Remuñe
Cabecera del valle de Remuñe con la escarpada vertiente sur del Maupas y el afilado pico de Boum (3.006 m) a la derecha
Otra de las alegrías del día fue el avistamiento de un grupo de cinco perdices nivales (Lagopus mutus subsp. pyrenaicus), con el plumaje marcando ya la muda invernal. Esta ave relíctica de las épocas glaciares se alimenta sobre todo de ericáceas (especialmente del género Vaccinium) en zonas silíceas y de Dryas octopetala en las calcáreas.
Por las soledades del Portal de Remuñe, iniciando la vuelta definitiva al valle. Al fondo, el Perdiguero y otros picos del circo de Lliterola
Rhodiola rosea con hábito otoñal. Planta boreoalpina, en la Península Ibérica se limita a los Pirineos, donde alcanza en el valle de Benasque su límite SW absoluto de distribución en Europa
Filones en el granito
Bañándome en las gélidas y vivificantes aguas del barranco de Remuñe
Víctor sostiene unos corderitos recién nacidos del rebaño de Zacarías Fievet, que ayudamos a bajar
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