En esta entrada hablaré de la interacción entre una polilla (Callopistria latreillei, Noctuidae) y un helecho, Cheilanthes acrostica
Bloque de mallacán (paleoterraza con cantos cementados y aspecto de conglomerado) en las faldas del cerro de Santa Quiteria de Monzón (Huesca)
Varios ejemplares del helecho termófilo Cheilanthes acrostica en el bloque de mallacán, en exposición soleada (SW).
En la provincia de Huesca solo se conoce de Guara, Estopiñán, Eriste y Monzón, entre los 320 y los 1250 m de altitud
Oruga de Callopistria latreillei de menos de 1 cm, en sus primeros estadios, alimentándose de Cheilanthes acrostica. Foto tomada el 15 de febrero de 2020
Fronde de Cheilanthes acrostica, por el haz
Fronde de Cheilanthes acrostica, por el envés
La misma oruga de Callopistria latreillei fotografiada el 19 de febrero de 2020.
Cabe destacar que la herbivoría sobre helechos es una circunstancia rara actualmente, ya que en su larga evolución estos han desarrollado toxinas para defenderse de ella. De hecho, se piensa que los dinosaurios herbívoros alcanzaron enormes tamaños en parte debido a sus grandes hígados, que se encargaban de procesar las toxinas contenidas en helechos, licopodios y coníferas, los vegetales dominantes durante el Mesozoico
Cheilanthes acrostica en otro bloque de mallacán; al fondo se adivina la sierra de Guara
Ejemplar de Cheilanthes acrostica creciendo en el caliche calcáreo que cementa los cantos de variada naturaleza arrastrados en el pasado por los ríos Cinca y Ésera desde su cabecera en los Pirineos. Al fondo, el castillo de Monzón
Asplenium petrarchae, otro helecho que crece en los bloques de mallacán de los sasos próximos a Monzón
Oruga de Callopistria latreillei fotografiada el 24 de febrero de 2020.
La especie fue descrita por Duponchel en 1827, y está dedicada a Pierre André Latreille (1762-1833), importante entomólogo francés
Crisálida anclada mediante hilos de seda junto a Cheilanthes acrostica, probablemente perteneciente a Callopistria latreillei
Oruga de Callopistria latreillei en sus últimos estadios, fotografiada el 17 de marzo de 2019 (este año la primavera se ha adelantado unos 10-15 días en esta zona).
Esta especie no parece causar muchos daños al helecho, al menos en Monzón, dado su bajo número de efectivos. Solo la he observado en tres bloques rocosos que albergan pocos ejemplares de Cheilanthes acrostica. No la he visto (y eso que he mirado mucho) en las principales poblaciones montisonenses del helecho, que se encuentran en la vertiene NE del cerro de Santa Quiteria. Quizá la exposición más sombreada no le favorezca
¡Qué bueno! No tenía ni idea.
ResponderEliminar¡Gachas mil!