No todos los días se tiene la suerte de poder ver cinco novedades botánicas para el acerbo personal del que esto escribe. Esta vez fue gracias a la ayuda inestimable de JR López Retamero, que me facilitó las coordenadas, y de mis compañeros de excursión, Joaquín Barrabés y Álex Serrano.
Especies de flores diminutas y habitantes de los yesos.
Empezamos por Chaenorhinum rupestre, que se caracteriza por tener el tallo y los pedicelos con una corta pilosidad no glandular y el sépalo posterior aplicado como una gorra sobre la cápsula, caracteres que lo distinguen de Ch. reyesii
Gypsophila pilosa, planta alóctona ligada a los cultivos de cereal de secano
Detalle de la flor de Gypsophila pilosa
Jurinea pinnata. En Aragón se conocía del Sistema Ibérico y sus inmediaciones y solo recientemente se ha encontrado en Monegros
Sideritis montana, especie anual diferenciable de S. romana por tener todos los dientes del cáliz iguales y la corola amarilla
Ziziphora hispanica ("té de espiguillas" o "poleíllo"), cuyo aspecto recuerda el de plantas del género Acinos. Endemismo ibero-magrebí que convive con Campanula fastigiata y Chaenorhinum rupestre
Álex fotografiando la Laguna del Pito, que aún conserva una lámina de agua debido a la inusual primavera lluviosa (que parece haber terminado)
Salada de Gramenosa, cubierta en su mayor parte por un matorral halófilo dominado por el "salazo" (Suaeda vera)
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