Bueno, pues desde allí viajé hacia Andalucía, con la intención de hacer noche antes de llegar a mi destino alpujarreño, y acabé en un sitio al que le tenía ganas: Cazorla (Jaén). Aunque fue tan breve mi visita que tendría que volver por allí, a ver cuándo encuentro el momento.
Una vez buscado el sitio para dormir (Los Abedules, muy recomendable; http://www.losabedules-cazorla.com/), con el que di por casualidad, me llegué hasta la sierra que se alza imponente detrás del pueblo de Cazorla, y por una larga pista hasta el nacimiento del río Guadalquivir.
Tenía en la mente una planta emblemática, Viola cazorlensis, que me dediqué a buscar sin éxito, pues fui al buen tuntún y en una época inadecuada para verla.
Aun así, disfruté de lo lindo en las tres horas escasas que anduve por el monte. Os muestro a continuación algunas de las fotografías que tomé
Mucizonia hispida, muy frecuente tanto en Cazorla como en Sierra Nevada
Pistorinia hispanica, otra Crasulácea
Pistorinia hispanica, otra Crasulácea
Smyrnium perfoliatum al pie de un cantil calizo, umbrío y abonado por las cabras.
Vi además muchas otras plantas que no conocía, como Globularia spinosa, otras que había visto anteriormente por las sierras malagueñas, como Paeonia broteri en fruto e incluso alguna otra pirenaico-andaluza, como Orobanche haenseleri, jopo parásito del Helleborus foetidus
Pinares junto a la que se considera una de las fuentes del río Guadalquivir, El Chorro
Cazorla al anochecer. Unas tapitas para cenar en una terraza y de vuelta a Los Abedules
A punto de entrar en la provincia de Granada surge impresionante la cara norte de Sierra Nevada. No me esperaba tanta nieve, la verdad. Hay más que en el Pirineo (español) por las mismas fechas. Me imagino dónde está el Mulhacén (segundo pico por la izquierda) y decido que subiré por la vertiente sur.
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