Mañana, seguro, los periódicos se congratularán de las nevadas de hoy en los Pirineos. Y si llueve luego y la nieve se va deshaciendo, caerán en la falacia de repetir lo que dicen los empresarios del esquí (una pena que llueva, etc.). Parece que cuando nieva los únicos interesados sean los sufrientes conductores, y sobre todo, los esquiadores.
Pero en lo que nadie parece fijarse es en cómo se queda una estación de esquí cuando se retira la nieve. Da mucha pena ver un paisaje valioso convertido en una pura mina a cielo abierto por el divertimento de unos y el negocio de otros. El futuro de la montaña no es esto, no debería ser esto.
Piau Engaly desde el Campbiel (3.173 m)
No hay comentarios:
Publicar un comentario