
No soy creyente, y aun así, o quizá por eso, me gustó este inspirado mensaje disuasorio que figura en una ermita de las Granges d'Astau (vallée d'Oô, Pirineo francés).
El caso es que no hay otra pintada a la vista. En la pared de enfrente, que no fotografié, el mensaje está escrito en occitano.
Encantador. Es que hay que dar pasos sin dejar huella. Auténtica magia, o auténtico arte. Un saludo, JV.
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