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Monzón, Huesca, Spain
"El paisaje cercano lo consolaba tanto como a otros les consuela la religión o la música". Robert Macfarlane, The Old Ways

martes, 31 de enero de 2012

Flores del frío, Monzón, 31 de enero

Mientras llega el frío de verdad, El Monte Perdido (3.355 m) y sus acompañantes (Las Tres Sorores) se veían así ayer desde la Costera de Monzón. Poca nieve para estas fechas en el Pirineo. Hoy parece que ha cambiado el día, con más nubes y viento
Malva sylvestris y Diplotaxis erucoides se mostraban así de lozanas ayer en un solar montisonense, a pesar de que amanecimos a -7,2ºC. Las previsiones apuntan a que se podría bajar de -10ºC el próximo fin de semana. A ver si llega también algo de precipitación, que buena falta nos hace
Inicio de la temporada de floración para la pequeña liliácea Gagea lacaitae (del grupo de G. granatellii), que el año pasado se prolongó hasta mitad de marzo. La foto está hecha este mediodía en las Ripas de la Armentera (Monzón/Castejón del Puente), a 300 m de altitud, sobre el río Cinca. Había ya más de 150 ejemplares en flor

domingo, 29 de enero de 2012

Torrelisa-Oncins, 28 de enero

 Otro sábado de invierno en el Sobrarbe oscense. Hoy la caminata transcurre por la vertiente sur de la Peña Montañesa, desde las cercanías de Torrelisa (899 m) hasta Oncins (1.073 m), ambos pertenecientes al municipio de El Pueyo de Araguás.
Por la mañana, durante el viaje, encontramos mucha niebla desde el Grado hasta cerca de Aínsa. Cuando volvemos después del mediodía ya se ha disipado
 Ambiente gélido en Torrelisa, con escarcha y nieblas que van y vienen
 La fuente y el lavadero de Torrelisa
 Inflorescencia seca de Prunella vulgaris
 Ha nevado un poquito en la Peña Montañesa (2.291 m) y en general en todo el Pirineo, aunque en los montes más meridionales la nieve se va fundiendo a lo largo de la mañana, conforme aprieta el sol. Quejigos en primer término
 El camino entre Torrelisa y Oncins
 Torrelisa desde "El Mirador de las Rapaces". Al fondo, la Sierra de Guara
 Hoja marcescente de quejigo (Quercus x subpyrenaica)
 Junto a Oncins se encuentra este gran ejemplar de quejigo
 Luce el sol. El agua cambia de estado
 Ermita de Oncins, bajo los farallones y los densos carrascales de Peña Montañesa, donde trabajaron mucho los carboneros haciendo picón
 Oncins. Huerto de invierno, con poca cosa: esquerolas y acelgas
 El caserío de Oncins no queda lejos del monasterio de San Vitorián, al fondo
 La caña (Arundo donax) la introdujeron los árabes y se ha venido utilizando hasta hace relativamente poco, en horticultura y construcción. En Oncins está en su límite altitudinal superior en Aragón, a unos 1.100 m. Aún se ven algunos fajos de cañas apoyados en los nogales
 Neblinas hacia el sur
 Roca cubierta de escarcha en un terrero o badland (margocalizas)
 En los terreros el suelo ha desaparecido por erosión y suelen ofrecer un aspecto desnudo, punteado por algunas carrascas, bojes o sabinas
 Panorámica desde las faldas de Peña Montañesa hacia el SW, con las sierras de Nabaín o Santa Marina (1.796 m) y Canciás (1.929 m) al fondo. En medio del carrascal hay manchas de pinar, con muchos nidos de procesionaria, como suele ocurrir durante los inviernos secos
 Camino de Oncins a Torrelisa. Muros de piedra seca, el de la derecha en buen estado y el de la izquierda espaldado a trozos por el crecimiento de los árboles
 Ha quedado una hermosa mañana, sin apenas viento
Murallones calizos de la vertiente sur de Peña Montañesa, por los que discurren algunas fajas
La Peña Montañesa fotografiada desde la fuente de Torrelisa, que estaba casi seca
Los cinco de hoy: de izquierda a derecha, José Vicente, Josemari, Quino, José María y José Luis.
Hasta la próxima

lunes, 23 de enero de 2012

Cueva de las Campanas, 21 de enero

Al final conseguimos, al tercer intento, llegar a la Cueva de las Campanas, en el Congosto de Olvena (La Puebla de Castro, Sierra de la Carrodilla, Huesca)
Nos hacía falta un buen guía, y lo tuvimos, vaya que sí: Jorge Franco, de Torres del Obispo, que conocía el paraje y cómo acceder a él.
Llegamos a la altura de la Central de San José a eso de las 9 de la mañana, y bien podía haber -2ºC. Habíamos quedado allí con Jorge, que apareció puntual montando en su bici. Nos quedamos patidifusos, gratamente sorprendidos, nosotros que habíamos llegado en coche con la calefacción puesta.
La mañana estuvo soleada, atractiva, divertida, hablamos de monte, geología, plantas, fósiles, perdimos varias cosas (cámaras, guantes, ...), que afortunadamente volvimos a escontrar. Escarcha en las obagas (umbrías) y plantas en flor en las solanas. Nos quedaron ganas de repetir.
 "Caperán"  (Clitocybe geotropa) helado en un carrascal, junto a la pista que parte desde las cercanías del cámping de San José
 El camino hacia la cueva alterna zonas emboscadas con otras de terreno más despejado. Víctor añade piedras en un mojón
 Anthyllis vulneraria subsp. gandogeri. Leguminosa anual, bienal o perenne de corta vida, con roseta de hojas durante el invierno, que estaban como acartonadas por la helada
 En el Congosto de Olvena es muy abundante el durillo (Viburnum tinus), al ser un enclave resguardado rico en especies termófilas y ombrófilas
 Frondes de Polypodium cambricum, que madura sus esporangios en invierno. A pesar de vivir a la sombra y de ser invierno, algunas plantas del congosto parecen acusar la falta de agua, pues no llueve en condiciones desde hace casi 2 meses
 Parte del grupo atravesando el bosque hacia la Cueva de las Campanas
 Rosetas de Arabis turrita, otra planta bienal, con frondes de Polypodium cambricum y Asplenium fontanum detrás, a su  izquierda
 Saxifraga fragilis convive en los cantiles calizos umbríos con Saxifraga longifolia
Por fin llegamos. Entrada de la Cueva de las Campanas, a 750 m de altitud, magnífica foto de Víctor
Depósitos calcáreos en las paredes interiores de la cueva
 Las "campanas", a las que debe su nombre la cueva. Ésta corresponde a una antigua surgencia y los agujeros fueron producidos por las turbulencias del agua al salir con fueza, lo mismo en el suelo que en el techo
 En la boca de la cueva, con poca luminosidad, las hojas de las plantas que viven allí son más grandes, como las de esta carrasca (Quercus ilex subsp. ballota), que casi parecen las de un acebo
 Otra forma de erosión campaniforme en el techo del interior de la cueva
 A unos 20 metros de la entrada, con oscuridad casi total, nos sorprende encontrar este murciélago hibernando, un rinolofo o murciélago de herradura (género Rhinolophus, seguramente Rh. hipposideros, gracias Damián). Hice lo que pude para enfocar ...
 La criatura ni se inmutó con nuestros frontales, flashes y voces
 Primer plano de la cara del murciélago, con las curiosas excrecencias del morro, a las que debe su nombre
 Jorge fotografía unas pequeñas estalagmitas mientras Quino escruta en la oscuridad
 Columnas en el interior de la cueva
 Depósitos calcáreos en las paredes de la cueva
 La amplia boca de la Cueva de las Campanas
Formas, colores, distintas tonalidades, allí por donde gotea el agua
 Las tres campanas (cúpulas de presión) más llamativas en el dintel de la cueva
 Carlos encontró este fósil, una vértebra. En esta cueva se han hallado restos de Capra pyrenaica, hiena y oso, entre otros. ¿Será éste de un oso? La cueva fue además un asentamiento humano durante el Paleolítico Medio 
 Parte del grupo expedicionario: de izquierda a derecha, José María, Quino (tapado), Carlos con su cerveza, José Luis y Jorge
 En esta imagen aparece el grupo al completo: José María, Carlos (que sigue con su cerveza), José luis y Quino (agachado), José Mari, Jorge, Víctor y José Vicente
 Asplenium cskii (A. trichomanes subsp. pachyrachis) en la entrada de la Cueva de las Campanas
 Toca volver sobre nuestros pasos. Vista hacia el norte: visibles, la ermita de Castro, la Puebla de Castro a la izquierda, la sierra del Torón de Panillo y el Pirineo al fondo (Cotiella, Posets, ...), con muy poca nieve 
 Zoom con la ermita de Castro y el macizo del Posets-Espadas-picos de Eriste al fondo
 Asplenium fontanum, uno de los helechos más frecuentes en el Congosto de Olvena
 Carrascal con durillo camino de la cueva
 Ladera en la que se halla la cueva de las Campanas
En una pendiente rocosa soleada ya han empezado a florecer algunos narcisos (Narcissus assoanus)
Son las 13 horas y todavía persiste la escarcha sobre estos musgos de la umbría. 
Fotografía de Víctor Fontán
 Víctor también captó esta imagen que transmite el frío que persiste en las umbrías, al contrario de las solanas, con el romero y otras plantas en flor